No es ningún secreto que la situación actual del transporte marítimo es, por ponerlo de forma muy suave, un tanto complicada. Ni los más antiguos del sector recuerdan un peor episodio en cuanto a escasez de contenedores e imparable subida de fletes se refiere.
Por desgracia, según las estimaciones más positivas, esta situación que llevamos sufriendo desde hace ya varios meses, seguirá siendo protagonista hasta, por lo menos, el último trimestre del año. Esto conlleva una constante guerra comercial y trabajo extra a nivel operativo, pero en APR queremos aprovechar el contexto para explicaros por qué se produce.
Existen tres factores clave que han provocado esta crisis:
- El uso frecuente del Blank Sailing.
- El oligopolio de las navieras: 7 de los grandes armadores de contenedores controlan el 75% del mercado, y 15 de las 27 alianzas están por encima del dominio de mercado permitido (30%), según el estudio ITF2019.
- La falta de una regulación efectiva.
¿Qué es el Blank Sailing?
El Blank Sailing es la cancelación de una escala de un buque en un determinado puerto o región, o directamente de todo su recorrido, en una línea regular. Cuando esto sucede, dicha línea queda desatendida temporalmente, ya sea de forma parcial o total, con lo que dicha zona no tendrá un buque para descargar o cargar la correspondiente mercancía. En otras palabras, es una cancelación de un viaje o parte del mismo.
¿Por qué sucede? Este fenómeno puede producirse por varios factores: inclemencias meteorológicas, huelgas, falta de disponibilidad de atraque en uno de los puertos de la ruta, averías... Pero no siempre se producen por causas ajenas a las navieras. En ocasiones, son estas las que deciden voluntariamente reubicar sus buques para atender sus rutas más rentables o importantes, dejando huérfanas las rutas afectadas.
Con estos movimientos, las navieras buscan maximizar sus beneficios, ya sea a través de buscar mayor rentabilidad con un nuevo itinerario, atender las necesidades de alguna ruta sobre-saturada temporalmente o subiendo las tarifas de una ruta por el aumento de demanda.
¿Cómo afecta al transporte marítimo?
Estos
reajustes de la oferta en el mercado suelen ser prácticas comunes, ya que suceden varias veces al año y casi siempre coinciden con las temporadas altas del
transporte marítimo.
Es entendible que las navieras quieran optimizar sus recursos atendiendo las necesidades de sus rutas principales en detrimento de las secundarias. Sin embargo, se deja en una situación indefensa a los actores afectados, lo que impacta de forma negativa a la economía de un país. Por ello, es inmoral que ocurran ajustes del mercado artificiales, con el único fin de aumentar los beneficios a través de una reducción de oferta.
Estas manipulaciones del mercado se deben al hecho que las navieras, tal y como hemos dicho antes, gozan de una posición de oligopolio. La falta de competencia hace que pueden realizar estos movimientos y alterar el mercado de una forma notable. A su vez, la ausencia de regulación efectiva en el sector agrava la situación y deja en una situación inestable a las economías y mercados más débiles.
Esperemos que, debido a este episodio nunca antes vivido con tanta intensidad, las autoridades establezcan medidas efectivas para evitar estas desviaciones artificiales.