jueves, 6 de octubre de 2016

La quiebra de Hanjin:¿ha cambiado algo?

Hanjin no es la única compañía naviera que tiene problemas económicos. Como ya hemos dicho en anteriores artículos, el gravísimo desajuste entre oferta y demanda de carga marítima, así como una presión extrema en los costes de transporte, ha producido un desplome en los precios de los fletes, que aparentemente tienen como consecuencia pérdidas millonarias en las compañías navieras en general.



 Según estudios realizados, la oferta de espacio disponible supera en más de un millón de TEU a la demanda de carga. La quiebra de Hanjin ha tenido como consecuencia a corto plazo la rebaja la oferta de espacio disponible, pero ésta sigue siendo muy superior a la demanda de carga, como muestra la tendencia bajista de los fletes para el 4º trimestre.

Por contra, en el largo plazo, los efectos de la quiebra de la naviera Hanjin deberían hacer replantear a todos los actores del comercio internacional si este modelo es sostenible. La clave es si los fabricantes, comerciantes o distribuidores pueden construir una cadena logística estable y fiable con unos proveedores que sistemáticamente acumulan pérdidas importantísimas.

Es justo y sostenible que una parte obtenga rebajas en sus costes y sea más competitiva a costa de que la otra parte produzca pérdidas sostenidas en el tiempo? Durante cuánto tiempo? La desaparición de más compañías navieras tendrá como consecuencia una peligrosa concentración de la oferta? Qué repercusiones tendrá ésta?

Según comentarios de Lars Jensen, responsable de SeaIntel, él espera que las 20 mayores compañías navieras del mundo sufran unas pérdidas conjuntas de 8.000 millones de USD en el 2016. De la misma manera, reporta que se espera que a lo largo del año 2017, los precios de los fletes vayan iniciando la senda de la recuperación, para situarse en niveles próximos a la cobertura de los costes.


Hans Freixas / APR


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