Hanjin no es la única compañía naviera que tiene problemas económicos. Como ya hemos dicho en anteriores artículos, el gravísimo desajuste entre oferta y demanda de carga marítima, así como una presión extrema en los costes de transporte, ha producido un desplome en los precios de los fletes, que aparentemente tienen como consecuencia pérdidas millonarias en las compañías navieras en general.
Según estudios
realizados, la oferta de espacio disponible supera en más de un millón de TEU a
la demanda de carga. La quiebra de Hanjin ha tenido como consecuencia a corto
plazo la rebaja la oferta de espacio disponible, pero ésta sigue siendo muy
superior a la demanda de carga, como muestra la tendencia bajista de los fletes
para el 4º trimestre.
Por contra, en
el largo plazo, los efectos de la quiebra de la naviera Hanjin deberían hacer
replantear a todos los actores del comercio internacional si este modelo es
sostenible. La clave es si los fabricantes, comerciantes o distribuidores
pueden construir una cadena logística estable y fiable con unos proveedores que
sistemáticamente acumulan pérdidas importantísimas.
Es justo y
sostenible que una parte obtenga rebajas en sus costes y sea más competitiva a
costa de que la otra parte produzca pérdidas sostenidas en el tiempo? Durante
cuánto tiempo? La desaparición de más compañías navieras tendrá como
consecuencia una peligrosa concentración de la oferta? Qué repercusiones tendrá ésta?
Según comentarios
de Lars Jensen, responsable de SeaIntel, él espera que las 20 mayores compañías
navieras del mundo sufran unas pérdidas conjuntas de 8.000 millones de USD en
el 2016. De la misma manera, reporta que se espera que a lo largo del año 2017,
los precios de los fletes vayan iniciando la senda de la recuperación, para
situarse en niveles próximos a la cobertura de los costes.
Hans Freixas / APR
No hay comentarios:
Publicar un comentario